Son una hermandad político-religiosa surgida en el s. XII, bajo el auspicio de Arnaldo de Brescia (+ 1155), personaje extraordinariamente dotado para predicar, que fue acusado de patarino y cátaro, por San Bernardo.
Sería condenado por sus heterodoxas doctrinas en 1139, y fue expulsado de la casa de los canónigos de regulares de Brescia, del que era su superior. Pero Arnaldo siguió predicando sobre la base de una lectura literal de las Escrituras, contra el poder temporal de la Iglesia, las malas costumbres del clero, promoviendo en su lugar una radical reforma cimentada en una vivencia evangélica de la pobreza.
En Roma fomentó revueltas populares, consiguiendo expulsar de la ciudad al mismo papa, Eugenio III (1145-1153). Arnaldo se hizo durante algún tiempo del gobierno de la ciudad, hasta que el papa Adriano IV (1154-1159), aliado con el emperador Federico I, logró deponerlo, haciéndolo juzgar.
Fue condenado a muerte en el año 1155.